Esta es una historia en primera persona de la trayectoria de Gesto por la Paz, la organización que movilizó a un sector de la ciudadanía vasca durante buena parte de los años que duró el terror de ETA. Lo que comenzó con humildes pancartas hechas a mano se convirtió en manifestaciones por todo el País Vasco, en kilómetros de lazos azules que unían a una población cada vez más indignada y en despliegues de un silencio ensordecedor imposible de ignorar. Ana Rosa Gómez Moral cuenta su experiencia mostrando la crudeza de aquellos tiempos, un camino lleno de obstáculos y en convivencia con la muerte. Gesto por la Paz representó uno de los papeles más bellos y luminosos en esa función que, la mayoría de las veces, no comenzaba con el suave deslizamiento de un telón de terciopelo, sino con su desgarro violento y estremecedor, tras el que asomaba un escenario lleno de tristeza y oscuridad. Sin embargo, y a pesar de cuanto tuvieron en su contra, este relato nos habla también desde el cariño y la valentía, de cómo jamás se sometieron o dejaron de abogar por la dignidad y por la única victoria real: la alcanzable a través del respeto y la paz.