Fredrika es una chica sueca. Al comienzo de esta historia tiene trece años y un gran deseo de encontrar su propia personalidad. Pero la tarea no le resulta fácil; desde que le puso el nombre, su madre siempre ha querido que fuera como alguien, y hasta le ha comprado un abrigo verde como el de Madeleine Strand, que es a quien pretende que se parezca ahora. Pero las dificultades no provienen sólo de la madre: también la propia Fredrika se siente tentada de imitar a otras personas, hasta que de pronto decide ser ella misma y, un día de primavera, tira al río el abrigo verde...