La configuración de la Monarqu¡a Hispánica como Âômonarqu¡a compuestaÂö refleja algunas de las caracter¡sticas comunes a las monarqu¡as coetáneas, pero también nos ofrece la nota distintiva de lo que es una Âôhistoria en marchaÂö, según destacara John Elliott. Quizá como en ningún otro de sus rivales pol¡ticos encontramos la posibilidad de abarcar múltiples perspectivas y sobre todo un enfoque multidisciplinar. Ya en la defensa de la Monarqu¡a por parte del pensamiento pol¡tico de los siglos XVI y XVII, defensa que no encubre los defectos, sino que trata de atajarlos, encontramos esa variedad de visiones y de problemas: la Corte como centro de poder, donde todo gira en torno a la voluntad y a las decisiones pol¡ticas de los dos primeros monarcas de la dinast¡a de los Austrias, en los que se concentra este libro, pero desarrollando una administración que ya hab¡a sido nota distintiva en el reinado de los Reyes Católicos. Y de esas decisiones pol¡ticas se derivan las cuestiones que espec¡ficamente marcan el signo de la Monarqu¡a: la constitución de un ejército permanente y su evolución, la protección de las front