El tema central de este Informe mundial 1996 es el desarrollo industrial sostenible y la competitividad. Su argumento básico es que el proceso de globalización no es un juego de suma cero. Puede acelerar el proceso de industrialización de los países en desarrollo y de las economías en transición, y aportar beneficios considerables también a los países industrializados pero para poder realizar ese potencial de beneficios, la gestión del proceso debe ser eficaz y hay que identificar y aliviar los costos sociales y de ajuste.